Su horario oscila entre las 23.00 y las 7.00 de la mañana. La función de los serenos es acompañar a los jóvenes a casa, comprar medicamentos en farmácias de guardia para los ancianos y acompañar a los turistas, cuando son asaltados, hasta la comisaría más próxima.
Los serenos prestan esta clase de servicios además de vigilar que no roben en los comercios. Estos "guardianes de la noche" llevan teléfonos móviles para poder ponerse en contacto con la policía de forma inmediata. De esta manera se pretende eliminar la sensación de inseguridad ciudadana que reina en nuestras calles, cada vez más.
En algunas localidades es un servicio de pago (2 euros para el ciudadano y 20 euros para los comerciantes), aunque en mi opinión debería ser un servicio gratuíto, ya que si necesitamos seguridad ciudadana es porque alguién no está realizando bien su trabajo ¿No hay suficientes agentes para atender a todos los ciudadanos? ¿Es por eso que empieza a surgir la figura del sereno de nuevo?
Sea como fuere, es una alternativa para proteger a nuestros mayores, a nuestros jóvenes y para intentar eradicar el miedo que se sufre en las calles, sobre todo a altas horas de la madrugada.
Ayer hablaba con un amigo sobre cursos de defensa personal... hoy con la aparición de esos "protectores de las calles" quizá no sea necesario.
"Mi vida, no hay derecho a salir con miedo a la calle.
La ciudad se desangra y parece que no había nadie,
cuando partieron un alma contra la acera,
cuando surcaron el aire gaviotas muertas".
- Mi vida no hay derecho - Ismael Serrano
De hecho todavía no sé qué hago aquí, plantada delante de la pantalla de mi pc escribiendo en un blog personal... sin embargo, ya que alguién se tomó la molestia de crearme el blog, lo aprovecharemos.
Me gustaría introducir este blog dejándoos un fragmento de un libro de Albert Espinosa, titulado: El mundo amarillo (Quizá conozcais a este escritor porque es quién escribió "Planta cuarta")
"Te preguntarás si es necesario llevar un control de tu vida. La respuesta, para mí, es un sí rotundo". ¿Sabes cuál era el sentido del historial médico? Pues simple y llanamente, apuntar y dejar constancia de cuándo tuviste tal crisis, cómo se superó, cuándo ocurrió el siguiente percance, qué sentías cuando llegó, cómo se solucionó. Mis médicos no paravan de mirar ese historial cuando había algún problema [...]
Lo bueno de escribir las cosas es que te das cuenta de que esta vida es cíclica: todo vuelve y vuelve. El problema es que nuestra memoria es reducida y muy olvidadiza [...]
Tan sólo debes escribir unos minutos al día y reunir objetos; pueden ser trozos de servilleta (de aquel restaurante dónde lograste aquello que deseabas), piedras de alguna isla (donde tu vida avanzó un paso y te sentiste pleno) [...]
Tu historial vital engordará. A lo mejor, un día morirás y tus hijos, tus amigos, heredarán ese historial vital y sabrán qué te hacía feliz, qué era lo que hacía que te sintieras pleno. ¿Hay algo más bonito que te conozcan mejor? [...] Con este historial comprenderán por qué te ries, por qué te entusiasmas, por qué mueres.
El placer de llevar un historial es que en él estará todo lo que ocurra en tu vida, tus momentos de vida, y cuando algo te sacuda, podrás ir allí, abrirlo y respirar vida [...]"
¿Alguién se anima a escribir un historial de vida?
Un besote
Espero que os guste!